La cicatrización es resultado de un proceso de reparación de los diferentes tejidos, el cual está determinado en un mayor porcentaje por la genética de cada persona, y en menor grado por la técnica quirúrgica y los cuidados post operatorios. Algunas cicatrices pueden producir deformidades y alteraciones funcionales, requiriendo de tratamientos más complejos (injertos o colgajos). Las cicatrices nunca se borran completamente, pero su apariencia puede mejorar con tratamiento médico, y en ocasiones con tratamiento quirúrgico.